el vacio de una ciudad

el vacio de una ciudad
ese es tal vez el lugar...

lunes, 7 de junio de 2010

Somos consecuencia

Fuimos ilesos de los grandes holocaustos, fuimos primeros en terminar de querer saber, y solo somos un puñado mas de gracia y loco placer…
Fuimos los buenos convertidos en malo, fuimos de todo y nos toco no ser. Las ocasiones a veces contadas no fueron literalmente. Los interminables de aquellos días, esos que nadie quería enfrentar, hoy solo te estrechan la mano. En su silencio aun pretende crecer con tu caiga, que casualmente es su placer.
Llega la hora de visiones nuevas, es el momento de pisar con los pies, y no podemos. Nos cuesta horrores somos, gente de tierra natural.
Los entes divinos organizan sus fiestas, siendo nosotros la diversión extrema de la hipocresía que les toco vivir. Es tanta la diversión que ocasionamos, que nos llaman hijos de la mentira, nos tiran y nos tiran. Porque ya no provocamos placer…
Seguimos siendo la clase loca, aun somos la rebeldía sonando. A pesar que se acaban los años seguimos idolatrando el camino que nos hizo sufrir…Porque de lo contrario no seriamos nada.

Esperando un sol

Ayer, posteriormente al día que paso y todos los demás, me prometí a mi mismo un feriado emocional, un descanso, o simplemente una ausencia de textos, los cuales en este momento detesto y creo totalmente inútiles.
Pensé, si hoy pensé. Nada raro, pero pensamientos viejos y poco y nada satisfactorios. Estarán ganando en este espacio ocupado (llamado presente) los adversarios, estarán las voces diabólicas de mi historia diciendo la verdad.

Donde cotizan los sentimientos, quien o quienes los están esperando. Pregunta necesaria esta noche para saber o conocer el sentido de los palabrerías repartidas por ahí.
Sobre la mesa tire historias, recuerdos, amores y odios desmedidos con el único fin de entender. Arrojando el interrogante de: ¿no llegue aun a construir la forma de expresar mis verdades, o mis versares son mentiras inventadas a lo largo del tiempo?

Incontables veces desee el cambio de, todo lo que tuve y las risas divertidas, por un gesto sinceramente agradable. Los petitorios ya creo que no existen, en verdad no se si creo. Y sin saber nada me aferro como en aquel viaje, a la espera de una nueva salida del sol.