el vacio de una ciudad

el vacio de una ciudad
ese es tal vez el lugar...

martes, 5 de octubre de 2010

Auxílialo y muéstrale la salida.

Enséñale una de estas noches que el amor no vale la pena, de forma muy sutil susúrrale al oído el secreto de esa dama, cuéntale con metáforas que es parte de su juego.

Muéstrale imágenes de la realidad, de esa realidad que el no quiere ni puede ver; regálale una fotografía de su risa lejos de su el.

Sácalo del bache en el que habita para mostrarle su alrededor, para que vea de esa manera que nada es lo que alguna vez fue.

Publícale en los lugares que frecuenta de manera llamativa, que su esperanza es tan inútil como las noches de cocaína.

Llévalo una y otra vez al pasado, para que vea a su reina y la compare con esa cruel señorita que hoy intenta reconquistar. Quizás descubra cuando fue que los momentos se perdieron.

Pon ante sus ojos diversas mujeres que opaquen la figura de quien el tanto amo, regálale besos envueltos en papeles divinos para que al menos sonría de curiosidad.

Si esto no resultase, con una elegante tarjeta de invitación tiéntalo a cualquier bar de la ciudad e invítalo con te clásico (para no llamar la atención)

Háblale de ella refiriéndote a las maravillas del mundo, recurre a los recuerdos para despertar su gran amor, de tal manera que crea haberla reconquistado.

Y cuando halla este hombre recuperado la alegría (que descansaba en su ilusión) introduce sutilmente el cianuro en su taza.

Sin ningún remordimiento levántate despacio y vete, no sientas culpa. El vivió hasta sus últimos minutos haciendo lo que más quería y sabía hacer, pensándola de mil maneras y amándola mucho más…

sábado, 11 de septiembre de 2010

Despoblada compañía

Por alguna razón las ausencias se hacen presente con la finalidad de generar una consecuencia donde si la casualidad lo permite, se puede llegar a entender una minima situación o las teorías irrefutables para el entendimiento.
Deseamos desmedidamente todo lo que de momento no tenemos, para luego arrojarlo al abismo de la nada cuando nos seduce el aburrimiento de los días.
Vamos intercalando las etapas para comprender el sentido de existir, el mismo sentido que una vez entendido no nos garantiza el goce. Pues hemos adoptado la costumbre de encontrar satisfacción en el deseo de lo imposible, siempre y cuando nunca lo obtengamos.
Si bien ya ha dejado de ser una molestia, no llegamos a deducir la formula divina de no sentirnos nada en el transcurso de dichos momentos.
Y ya hemos perdido los rostros deslumbrantes que nunca disfrutamos, debido a que colapsamos los tiempos establecidos intentado perfeccionar cada cosa que nos rodeaba.

Trotamundos

Hace ya un tiempo, cuando para mí las verdades y los viajes eran sinónimos, me perdía en cada momento riendo para encontrar un final que pudiera mostrarme la razón de aquellos días. Así explore sutilezas como también el complejo mundo del por qué.
Como el tiempo se mueve tan rápido que jamás logró ser atrapado, no fui la excepción, y los episodios se desvanecieron antes de que los llegara a entender. Me senté en la transición de los vientos para mirar la supuesta realidad desde arriba, pero allí se entendía menos que siendo parte de ella. Entonces compré en un remate un lugar inadecuado para ejercer mi demencia e intentar perderme en la muchedumbre aparentando ser uno más.
Ya en otro año, perdido entre el montón de entes en movimientos, era propietario de una cédula, la cédula de la mentira, la misma que me permitía y le permite al mundo interactuar con el ecosistema de la sociedad mutando a cada momento los ideales para lograr ser. Con ella podía someterme a las maravillas manipuladoras de la humanidad, ser feliz estando vacío, y hasta llegué alguna que otra vez a vacacionar en los cielos de colores.
Como Roma una vez ya no pudo sostener su imperio, yo tampoco pude respetar aquel reglamento a la perfección y no tardaron en darse cuenta que no pertenecía a esa comunidad. Fue entonces que después de un largo receso de ideas volví a nacer, pero ahora asumiendo riesgos, ahora estaba mucho más loco que antes y pretendiendo ser quien soy.
Así, fui recorriendo pueblos buscando demencias similares a las mías, al poco tiempo eran unos tantos, y crease o no, podíamos vivir, sumergidos en contradicciones pero podíamos vivir. A medida que las masas se perfeccionaban nosotros nos convencíamos más y más de nuestra locura, incluso organizábamos competencias para demostrar que nosotros también crecíamos como comunidad. Pero como era de esperarse, eso se terminó. Para desgracia mía, mi paranoia no caducó, entonces seguí viajando, pero ya no en busca de otros, si no profundizando en mi mismo.
Después de algunos años, los cuales yo intentaba no contabilizar, pues creía que eso podía terminar con mi existencia; el señor audaz y coqueto que se hace llamar destino, puso delante de mis ojos la escultura de la vida. Sin apuros pero rápidamente, me mostró la oposición de mi crítica logrando seducirme.
Una tarde (que siempre creí que había sido una noche) me habló de cosas desconocidas con un leguaje nunca antes escuchado, puso frente a mí al subversivo amor, el cual no tardé en comprar. Así mis días siguieron su rumbo pero ahora con otro color, ahora los verdes tenían contrastes y los negros eran menos seductores. Esas tardes se multiplicaron, los días perdieron la noche y las estrellas brillaban despidiendo melodías para que lograra dormirse sin la necesidad de los sueños, pues desde aquella tarde mi casa, mis movimientos y mis razones eran parte de los sueños.
Fueron años de colores, fueron años que silenciaron mis palabras para que pudiera yo sentir. Fue como haber vivido una vida, una vida que te quita la melancolía de saber que vamos morir. De esta manera habiendo dejado intentos incompletos en el camino, me convencí que existía.
Pero como sin defectos no existen los perfectos, y lo perfecto me es incompatible, aquella ilusión llegó a su fin. Teniendo nuevamente que buscar en la basura mi esquizofrenia, para juntos tomarnos un café y decidir hacia donde emprenderíamos el nuevo viaje.

sábado, 21 de agosto de 2010

La ventana

Una brisa que atraviesa la ciudad, se introduce por mi ventada hasta llegar a esa parte que nos caracteriza, la cual nos pone sensibles y por medios de recuerdos, a veces nos hace llorar.
Es inevitable en una tarde como estas, que no vuelva a nosotros algún mínimo recuerdo de nuestra niñez. Por supuesto acompañado de un sentimiento, que puede hacernos desear volver a ese momento, como también puede ser una mala experiencia, la cual si no lo ha hecho seguramente nos hará crecer.
Me asome a la ventana, encontré los marcos salpicados a causa de la garúa, que cada diez minutos, para que el panorama no se vuelva aburrido, se hace notar. Al no ser la visión muy amplia, me atrajo el murmullo de los alrededores, y note que cada ventana tenía una particularidad. En cada una de ellas se lograba ver algo, que por mas insignificante que sea, en mi generaba un repaso sobre alguna situación vivida en otro espacio del tiempo.
Mi situación actual no creo que sea perfecta. Pero, al menos a mi, resulta placentera. La capacidad de poder disfrutar antes las dificultades, siendo humildes a tal punto de poder reírnos sinceramente, incluso de nosotros mismos, me da la pauta de que el camino que transito puede hacerme llegar algún castillo, y porque no soñar con gobernar.
De ese punto, en el infinito, donde se junta el cielo con uno de los edificio de la avenida. Percibo una sensación extraña, que no logro identificarla pero me resulta familiar. Como si apareciera en determinados momentos de mi vida, mostrándome que ya no soy el mismo, y que constantemente todo va cambiando.
Talvez se me considere antisocial, porque en días como este no me interesa el dialogo con nadie, durante días reprimo mis pensamientos, y ante algo insignificante, se generan preguntas y respuestas, que rompen la coraza de soberbia y me logro sincerar.
Comencé queriendo describir la perspectiva que observaba desde mi ventana, y así poder narrar los recuerdos, sueños y sentimientos confusos que esto me generaba. Pero analizando el texto, me encuentro con un juego de palabras. Que talvez posea cosas interesantes, pero no se parece en nada a lo que quería contar.

jueves, 5 de agosto de 2010

Cognición de las razones

Entre tantas otras cosas, me di cuenta de vos. Columpiabas en la despreocupada etapa de la soledad. La soledad rica de los años que no regresan. En un punto sin nombre para mis días de aquel momento, me vi seducido por un orgullo indiferente, que mas tarde entendí que era tu esencia, necesaria en el lugar hoy ocupado para volver de mis viajes sin razón.
Danzabas de forma atractiva en lugares pasajeros en ese tiempo para mí, y hoy me sigo preguntando, si fue casual o algo me llevo a los momentos, que te busque y solo encontré el sol. Mostrándote solo en el lugar adecuado, de la mejor forma, la misma que me enamoro.
No fue el beso, ni tampoco la palabra. Fue la figura del paisaje aburrido, que resultaba único si vos estabas en el.
Puede si, que haya sido ese momento otro con falta de cordura. Donde vi lo que necesitaba o quería sin detenerme en los detalles. Pero lejos de deducir algún porque, hoy observo lo que nadie ve y descubro que mi locura es más cuerda que muchas razones.

Tren al no pensar



Donde se encontraran las razones perdidas del contexto perfecto, y cual será la manera apropiada para terminar de una vez este precario escenario montado ante la falta de valor…
Las luces aún brillan en lo más alto, los aplausos se amplifican ante la propaganda, mientras unos pocos quedan padeciendo las calles, las calles elegidas para la gloria interna de cada uno.
No significa nada ante los ojos de las personas (autodenominadas normales) el planteo de la verdad extraviada, perdiéndose los discursos con intenciones de salvación, en letras que forman párrafos, y escritos insuficientes para la complacencia de la ambición.
Las voces no tienen la misma pasión, como tampoco el peso de las versiones populares que recorren el mundo. Se ven envueltas en ataques críticos que solo tienen como fin la destrucción del ideal independiente.
No somas nada, porque no somos lo que venden. No valemos nada si no cotizamos en su bolsa creada en la base de la mentira. Es de ese modo que la condena cae sin objetividad y cargada de injusticia; simplemente por no vernos tentados a subir al tren del no pensar.

viernes, 30 de julio de 2010

Arcángeles de turnos

Cómo enterarse de eso que tanta angustia nos causa, si apenas podemos saber qué está ocurriendo en este instante perdido, el mismo instante que la mayoría de veces no podemos entender; quizás en un tiempo tal vez…
Al mismo tiempo que secamos nuestra garganta húmeda de tragos no muy deliciosos, debemos retomar la marcha y seguir avanzando en el contraataque de la nueva y repetitiva situación de amor.
Quizás se vallan las vidas para algunos por quedarse sentados en el sillón del descanso eterno no placentero, tal vez se me escape a mí también.
Pero quién puede esta noche asegurarnos que ya no hemos desaparecido en algún otro momento. Pocos apostarían porque yo mañana despierte una vez más, con más fuerza que esta mañana y alejado de las encantadoras risas de mi ángel solitario. Seguramente no desafiarían nuevamente al azar.
Como pasó aquellas tantas veces, como tantas oportunidades perdidas, continuamos zigzagueando en la puerta de la gloria. Entre pasos lentos, pesados y muy notorios ellos pretenden cambiar el destino. El mismo destino que en aquellos tiempos compré casi por siempre...

miércoles, 28 de julio de 2010


Toda esa fiesta gran. Esa elegante fiesta que si te ha invitado con las invitaciones glamorosas seguramente bailarás en los sin fines de nubes inventadas, pues podrás inventarlas. Tendrás con qué inventarlas.
También fueron hechas las precarias tarjetas rotas para que el acontecimiento tenga prestigio y la falsa imágen, la imágen de lo popular.
Como en toda gran fiesta gran, los manjares son incontables, así como también desconocidos. Entonces deberás elegir cuál sera tu plato principal esa noche, pudiendo comer más de uno si el anfitrion de la farsa lo permite.
Tendrás distintas etapas, muchas más historias que contar; puedes también elegir irte antes de lo pautado, como también está permitido asistir sin estar allí mismo.

Preparen sus trajes, besen a su amor ficticio y que no se noten las virtudes que poco agradan a los reyes dominadores.

Adelante...
BIENVENIDOS A LA VIDA...

Diario 2

Que linda fue la mañana y cuanto miedo tengo en este momento, pero como enfrentar eso que no conozco que mi propia critica creo.

Melodías desencadenadas con un lengua desconocido que intenta decirme algo que no logro entender. Donde los únicos conectores que pude encontrar hasta el momento, son los rostros que me hablan sin decir una palabra. Pero la duda es tanta que ya no se si son melodías desencadenadas o manifestaciones que me dicen lo que quiero escuchar.

En un tiempo lejano no me preocupaba el sueño, es así que si se iba lo llamaba y si venia lo podía fácilmente evitar. Y justo en este momento que quiero dormirme de ser posible eternamente…

Profanados sin existir




Todo se queda en el lugar que se va, y nos quedan tantas palabras sin decir en ese día, que necesitamos cada tanto traerlos para calmar la angustia de no haberlo dicho a tiempo.
Es verdad que los momentos que han quedado en el camino deberían también ser parte del olvido, para no auto condenarnos por lo que no supimos hacer. Pero también es cierto que es grande, muy grande, la angustia de la perdida, sabiendo de nuestro coraje insuficiente.
Podremos pasar por esa vereda que guarda miles de recuerdos insignificantes, donde pasamos ratos inolvidables. Pero no volveremos a transitar lo que realmente queremos; por eso ya se fue.
Es tan injusto esto, tan mecánico y para nada pensado en nosotros. Que debemos transitar los días y los años sin podernos quedar en ese lugar, que luego recordamos la vida entera. O la otra cara de esto podría ser nuestra entupida ingenuidad, al no entender el proceso y querer y quedar aferrados a lo irrecuperable que queda atrapado en algún olvido. Siendo el olvido en el mundo la cosa más artificial.

Lapso del desequilibrio tonto

Apuraste cada situación, cada momento. Que casualmente pareciera ser que ya no volverán. Dejaste en cada noche parte de tu libertad y repartiste melodías irónicas en las plazas que hoy quieres recuperar.
El transcurso paralizado de las situaciones que tanto esperaste, se ha ido a pasear por las inmensidades de lo desconocido, dejándote neutro para volver a empezar. Pero todo comienza nuevamente y alguien te susurra al oído lo ultimo que quisieras escuchar.
En una noche con resto de luces naturales eres conciente de la necesidad. Lo que desgarra tus ganas, lo que hace que tus palpitos se aceleren y te sientas atemorizado con pensamientos fatales, hoy se volvió necesario.
Tu último viaje te quito mucho, tanto que aun no puedas saber con precisión cuanto. No es tiempo de evaluar si te dio o no algo, es imprescindible repasar el capital de compuestos que forma tu razón. Sabiendo desde antes de partir, que nadie puede hasta el momento robarte la capacidad, la cual muchas veces no duerme por formular párrafos desequilibrados.

lunes, 7 de junio de 2010

Somos consecuencia

Fuimos ilesos de los grandes holocaustos, fuimos primeros en terminar de querer saber, y solo somos un puñado mas de gracia y loco placer…
Fuimos los buenos convertidos en malo, fuimos de todo y nos toco no ser. Las ocasiones a veces contadas no fueron literalmente. Los interminables de aquellos días, esos que nadie quería enfrentar, hoy solo te estrechan la mano. En su silencio aun pretende crecer con tu caiga, que casualmente es su placer.
Llega la hora de visiones nuevas, es el momento de pisar con los pies, y no podemos. Nos cuesta horrores somos, gente de tierra natural.
Los entes divinos organizan sus fiestas, siendo nosotros la diversión extrema de la hipocresía que les toco vivir. Es tanta la diversión que ocasionamos, que nos llaman hijos de la mentira, nos tiran y nos tiran. Porque ya no provocamos placer…
Seguimos siendo la clase loca, aun somos la rebeldía sonando. A pesar que se acaban los años seguimos idolatrando el camino que nos hizo sufrir…Porque de lo contrario no seriamos nada.

Esperando un sol

Ayer, posteriormente al día que paso y todos los demás, me prometí a mi mismo un feriado emocional, un descanso, o simplemente una ausencia de textos, los cuales en este momento detesto y creo totalmente inútiles.
Pensé, si hoy pensé. Nada raro, pero pensamientos viejos y poco y nada satisfactorios. Estarán ganando en este espacio ocupado (llamado presente) los adversarios, estarán las voces diabólicas de mi historia diciendo la verdad.

Donde cotizan los sentimientos, quien o quienes los están esperando. Pregunta necesaria esta noche para saber o conocer el sentido de los palabrerías repartidas por ahí.
Sobre la mesa tire historias, recuerdos, amores y odios desmedidos con el único fin de entender. Arrojando el interrogante de: ¿no llegue aun a construir la forma de expresar mis verdades, o mis versares son mentiras inventadas a lo largo del tiempo?

Incontables veces desee el cambio de, todo lo que tuve y las risas divertidas, por un gesto sinceramente agradable. Los petitorios ya creo que no existen, en verdad no se si creo. Y sin saber nada me aferro como en aquel viaje, a la espera de una nueva salida del sol.

viernes, 23 de abril de 2010

El pecado de una conquista (simplemente una historia)




En días que no se conocen sus principios, en un momento agradable y extremadamente nuevo, Natanael juega con sus ganas de poder ser, o dicho de otra manera, juega con sus deseos de querer e intentar en cada cosa algo mejor de lo que el mismo consiguió la semana pasada.
Siendo el sueño despierto mucho más inspirador que las posibilidades del momento, Natanael vende sus ganas por diferentes lugares, trabaja aquí y allá dejando su mejor acto, con el único fin de poder mantener, y seguir construyendo sus esperanzas; esas mismas que tantas veces lo sacaron de los infiernos de la ciudad.
No es su costumbre, tampoco puede, ni quiere querer a muchos. Sus relaciones son algo limitadas, tal vez por vergüenza, o quizás por una falta de desinterés a lo comen. No obstante también “quiere”, también llora, y se permite sufrir. Es así que a esos pocos el los interpreta metafóricamente para poder entenderlos de la mejor manera posible. ¿Pero que hacer ante la indecisión de algunos, la confusión o envidia de otros tantos?
Su hermana Belén, su única hermana, ocupa el cielo de sus valores. Ella es para Natanael el motor que pone en funcionamiento sus emociones, sus sentimientos más sinceros; pero también resulta ser su mayor dolor.
Belén, bien hablada y de extrema simpatía, ha padecido los engaños y la experiencia de las malas elecciones de vida. Con su sonrisa encantadora, debilidad para su hermano, quiebra todo proyecto de superación que este tenga. Mientras que el reza por ella cada noche en su habitación frívola y solitaria.
Solo quiere Natanael posar en las glorias del objetivo impuesto por su exigencia, mientras que su hermana utiliza de forma perfecta el afecto de este para la manipulación. Cada vez que el habla para despedir de su boca logros y metas futuras, ella solo sabe, de manera inteligente, narran una historia que influya en su hermano, y así desmoronar sus expectativas.
Belén reniega de su vida de forma muy sutil, con el único fin de generar en el corazón sensible de Natanael, la sensación de culpa. Culpa por proyectar ideas y tener metas, mientras ella queda encerrada en los días y en el tiempo sin razón para vivir.
Es así, que el pecho de Natanael se desgarra ante cada logro que obtiene debido a que no puede hacer nada para que ese logro también alegre a su hermana. De esa forma sufre, de esa forma no llega nunca a disfrutar de su talento, porque Belén es sus ganas, su guía, y su vida.

martes, 13 de abril de 2010

SIENDO GRIS



Una idea, producto de la historia moderna de los últimos años, charla con el conocimiento sociopolítico tratando de entender diferentes cuestiones. A su vez, una niña, ya no muy niña, olvida al menos por un rato su infinidad de preocupaciones para darle lugar a su mayor interés.
Siendo bajo el murmullo del lugar, se identifica con claridad una especie de vacío, que a pesar de su elegante ropa, no encuentra cómo retractarse de lo que lo satisface. Y así también, llega el silencio, donde un mar de penas es reflejado por medio de una melodía perdida de rock.
En medio de esto que no tiene nombre, descubro un fabeliano vestido de traje, que suspira una grandeza que ha sabido ganar. Pero cómo observar lo que no quiero, cómo pensar una fabula de lo inexistente. Si por más que convine cien colores seguirá siendo gris.

domingo, 11 de abril de 2010

Intimidad a oscuras



Todo se encuentra potenciado a puntos incomprensibles que indudablemente deben tener un fin, los autos son necesarios como así también lo es el dinamismo de ellos y las calles vacías por largas horas en las madrugadas que nadie entendió. Los diferentes locales, mas allá de que personalmente no entiendo la razón de su existencia, han cerrado sus puertas para cumplir con lo establecido por algo o por alguien, que ni siquiera ellos conocen.
Los matices son varios, podría decirse que interminables a lo largo de las tantas calles que nunca llegamos a conocer. Las calles mas angostas por momentos resultan pasadizos perfectamente apropiados para desarrollar nuestra censurada imaginación, y llegamos a pensar el cuento mas loco de todos, que el sistema y la inevitable realidad, nos reprime inconcientemente cada día ofreciéndonos valla saber que cosa.
Cuantos personajes habitan el desierto sin arena agradable para deambular, y los volvemos inútiles solo con la sensación que transmitimos y nos gusta sentir, porque nos potencia el auto estima dañado del día agotador que no pudimos, o no nos dejaron, evitar.
Que larga que es la avenida cuando el destino es la obligación, que nos demanda ruido y lo que tengamos a mano para no reconocer algún sentimiento. Pero la recorremos tan solo en unos pasos cuando se trata de explorar, el horizonte se ve cercano y antes de sentirnos a gusto por completo, todo termino.
Resulta ser una etapa, una etapa necesaria, que ya sea elegida por el destino o impuesta por la necesidad, dicha etapa se convierte en el ser mas sincero, a tal punto que nuestra parte ingenua se refleja sin censura, y sabemos que nadie se enterara justamente por ser calles mudas.
Termina siendo nada, cuando en realidad sabemos su interminable complejo delirante, que nos dejo incontables veces como siempre quisimos ser.

Esencia de redactar

Cada día, cada hora, y en cada lugar en el que transito, alguien dice estar preocupado. Dicen muchos al hablar que están preocupados. Sin embargo esos muchos tienen una rutina, una meta y duermen a determinada hora cada día; y los desesperados no duermen…
Ahora bien, donde estoy yo para juzgar algo o alguien. Quien soy yo para marcar la línea del bien y el mal, si mis andanzas son de lo mas impredecibles, y desacertadas muchas veces.
Sin embargo, elijo por merito propio este lugar en el que transito. Esta parodia que otros construyen y venden como realidad, yo decido vivirla pero a mi manera. Con mis errores y mis aciertos camino los senderos más difíciles, porque creo que la facilidad nos ha desbastado más de una vez.
En estos tiempos hiperactivos, donde todo se posterga y mañana el costo aumenta. Las personas deambulan las calles buscando una razón. Otros tantos luchan a diarios con los miedos y la culpa, que habitan en su vida a tal punto de no dejarlos ser de forma pura y sincera.
Pero repito, soy lo que elijo. Más allá de que mi elección sea acertada o no, eso solo ocupa el lugar de la consecuencia. Soy porque, me gusta que el viento me pegue en la cara, porque amo los imposibles, pues es ahí donde la lucha es de verdad. Soy, porque ser así resulta una vocación enfermiza, porque nadie puede robarme lo que a mi criterio es de verdad. Porque la verdadera verdad se esconde en la esencia. Es así que levite infinidades de veces a ver el sueño cumplido para poder soportar el momento actual. Soy, simplemente quien nadie compra por pensar.

sábado, 10 de abril de 2010

Los días de la fatalidad


Encerrados en la capsula del entretenimiento o de la necesidad, la gran cantidad de veces que somos siendo nosotros, no conforma la complacencia de la demanda interna. La misma demanda que combina colores y ve en el blanco la mancha gris. Jugamos a intentar la excelencia perdiendo en el trayecto los elogios que nosotros mismos deberíamos brindarnos.
Caminamos las calles con la presencia de la insatisfacción, pretendemos que al menos por un segundo todo se adapte a nuestros propios deseos, siendo que todo se encuentra en su lugar. Cada cosa que vuelca en nosotros su consecuencia nos permite formar la crítica que nos guía y nos deja decidir.
Es por eso que muchos deciden viajes en tren, en su propio tren, ese que los lleva solo a los lugares que desean ir. Pueden reír desaforadamente de las faltas o llorar por la consagración que llego tarde. Pueden hacer y no hacer cuando ellos quieran.
Pero cuál es el precio a pagar por las demencias con final de dependencia. Cómo o a qué recurrimos, cuando somos parte del laberinto no pensado para nosotros.
En estos días inventados, el éxtasis es interminable. Cada deseo luego de ser complacido sale en busca de un nuevo comienzo, a veces por un espíritu glorioso, y muchas otras por el miedo a una verdad.
La continuidad del hacer, la interacción, las ganas o necesidad de ir a buscar un objetivo, no siempre proviene del lado más agradable. Si no que es extremadamente necesario ir en busca de algo luego de haber llegado. Algo, que esta nosotros mismos tal vez, no permite que estacionemos en la calma o el descanso. Es en ese momento donde salimos a pelear, buscando un nuevo trofeo que nos genere placer, cuando en realidad la batalla es con la culpa. La misma que evitamos en las habitaciones solitarias.




viernes, 9 de abril de 2010

Yo se


Yo se que significa que el corazón se desgarre
Queriendo ir a buscarla, sin entender razón.
Resulta frustrante el remordimiento,
de haberle mentido, y tener solo una foto
para hablarle y pedirle perdón.
Yo se, y puedo contarte, las veces que las lagrimas
Se han apoderado de mis días,
necesitando una caricia, queriendo escucharla.


Quienes me rodeaban no tenían las palabras necesarias
Para calmar mi malestar, o entender mi desolación.
Solo contaba con un papel, en cual volcaba mis ideas,
Con la esperanza de que ella lo llegue a leer.
Algunas veces la escuchaba al teléfono,
Y cuando encontraba la forma de decirle te quiero,
Inevitablemente tenia que cortar.


Yo se lo que se siente, cuando la persona
por cual palpita tu corazón, esta sufriendo,
y no esta a tu alcance la forma de evitarlo
y sumado a todo eso tu eres la razón.


Yo se, y te puedo contar, cuan importante es una carta,
En medio de la soledad, y mas aun si esa carta
fue escrita desde el corazón.
Año 2009, creaciones impensadas, descubrimientos asombrosos, la ficción (en algunos casos) vuelta realidad y los interminables avances de la tecnología.
El gran teatro, o la paranoia de la vida si se quiere, en realidad somos nosotros, quienes vamos por cada rincón de este mundo adaptándonos al momento y la situación para luego buscar la forma de teatralizar mejor determinada personalidad, para así llegar a obtener lo buscado.

Hoy, donde los árboles verdes y la hermosa naturaleza, pasaron a un segundo plano, debido a que la imagen cotidiana tiene (y pareciera que debe) tener algún tipo de relación con el ya popular” porrito”; hoy, en un mundo mediático y mentiroso, donde la verdad se encuentra postergada, y todos se pisan entre todos; debido a que tener es más importante que ser; Algunos descarados se creen con derecho de juzgar a dos personas por su elección sexual.

Pareciera que demostrar un sentimiento verdadero hoy molesta y mucho.
¿Cómo debemos ser entonces? ¿Debemos trabajar y trabajar para acumular dinero, aunque eso nos cueste el distanciamiento de nuestros seres más importantes? ¿Tenemos que evadir la realidad con algún tipo de vicio para calmar la culpa intolerable de no poder ser realmente lo queremos ser? ¿Debemos someternos en forma desmedida para que la gente no nos critique?

Por qué no se puede elegir determinado estilo de vida, por qué algunos se creen capaces y con derecho de mirar a otro por encima del hombro, solo por ser diferente. Por qué no se pede preferir alguien del mismo sexo para compartir las cosas mas sencillas que conducen al amor.
Ni vos, yo, ni nadie podemos elegir sobre la felicidad del otro. ¿ no será que cada una de esas personas en realidad no tuvo el coraje suficiente para ser lo que realmente deseaban ser?
No pierdas el tiempo, tu valioso tiempo, pensando que corregirías de la otra persona. Intenta de forma desmedida, luchando minuto a minuto, por tu propia felicidad.

jueves, 8 de abril de 2010

Sinidas (sometidos sometiendo)




Si bien sus movimientos en determinados momentos no conocen de límites, sabe que existen lugares donde no deben moverse, o ni siquiera pisar.
Alguien, un ente cualquiera que tiene sobre ellos poder, dispara monólogos largos y aburridos que nadie desea escuchar, y a nadie le hacen gracia. Pero los Sinidas no cuentan con el derecho de la palabra, como tampoco son libres de la toma de decisiones, mucho menos de irse. Es así que callan archivando su más horrible dolor, teniendo que mantener su espalda erguida hasta el final del libreto.
Pero por alguna razón entupida que no entiendo, los Sinidas solo se encuentran a la espera de alguien inferior. Ellos, quien padecieron minutos y horas interminables escuchando monologar a alguien que disfrutaba de someterlos, ahora estando monologando.
Son ellos quienes ahora exigen, ellos hablan y no paran de hablar. Son los mismos Sinidas que sufrieron, los que ahora están disfrutando de alguien inferior.

La no resolución

Narrador: guille todas las tardes, hace dos años, tres meses, una semana, cuatro días, y ocho horas con viento tres segundos; se reúne con bartolo, el perro de la iglesia a compartir unos mates, que muchas veces sufren una ausencia desconocida de agua.

Guille: hoy hace menos frió que ayer, es por eso que me resulta extraño que bartola no halla asomado su hocicó por acá. Justo hoy que me puse mi boina rosada.

Narrador: así guille, sin pensarlo merendó sus uñas y bartolo nunca llego. Hasta que en un momento se vio deslumbrado por una joven que pasaba por el lugar.

Josefina: che flaquito, disculpa…tenes fuego? Que sean fósforos, porque los encendedores me dan alergia.

Guille: no, yo justamente uso encendedores porque los fósforos me irritan la piel.

Josefina: ha bueno, no te preocupes.

Guille: pero para! Acá cerca hay un quiosco donde te pueden dar fuego, en fósforos.

Josefina: muy tierno de tu parte, pero en los últimos años siempre recorro el mismo camino para no perderme. De mi casa a la plaza y de la plaza a mi casa y solo los miércoles, que caen 23, me animo a ir hasta el bulevar, y es mas…a veces me tiene que ir a buscar.

Guille: todo bien! Te acompaño. Eso si, yo no los puedo tocar por mi tema viste?

Narrador: guille habiendo quitado al menos por un rato a bartola de su cabeza, ya imagino como le quedaría a josefina el vestido blanco de la boda. Y en el quiosco josefina le pregunto.

Josefina: que hacías en la plaza? No es la primera vez que te veo. La diferencia es que hoy no hablabas con ese tal bartolo, al que por cierto nunca vi.

Guille: otra…se ponen de acuerdo todos?

Josefina: mmm! Porque?

Guille: si si si…vos también con ese cuento de que hablo solo? La verdad, que no los entiendo. Y ahora que lo pienso bien tampoco entiendo la alergia de los encendedores. Pero bue…cada loco con su tema.

Josefina: haber haber…dije que no lo veía, no que no existía.

Guille: da igual da igual..!

Josefina: espera! Esto no puede quedar así. Compro fósforos y nos volvemos a la plaza.

Guille: bueno, solo porque bartolo me podría estar esperando.

Narrador: ya en la plaza, habiendo vuelto por el mismo camino, la misma vereda y repitiendo las mismas palabras para evitar confusiones en josefina. Cansados de esperar a bartolo descubren que ha llegado la noche y deciden continuar la charla, el día siguiente al medio día.

Guille: que frió! Aunque en el solcito esta lindo. Doce y diez…característica general en una mujer, impuntualidad!

Josefina: ey! Guille…todo bien?

Guille: perdón??? Que tal?! Te conozco?

Josefina: te conozco…??? No me estas esperando?

Guille: disculpe señorita, no estoy para perder el tiempo. estoy esperando a la doctora Beatriz, que por cierto esta demorada. Tendría fuego...?

-Noticiero 2666-

La verdad, y las cosas insignificantes de los años muertos hoy dictaminan maneras para vivir, reduciéndose solo a una. Lo que se guardo para otro momento tantas veces nos guarda en estos días en espacios cada vez más pequeños, siendo esta jornada una simple habitación.

Algunos medios aseguran que mas de la mitad de la humanidad no ve a sus familiares lejanos hace ya diez años, encontrándose ellos solo a cuadras o metros de distancia. Los rostros mas recordados son los de cámaras Web donde el recuerdo es según la calidad del artefacto, los cuales hoy solo tienen lugar en museos privilegiados que nadie visita, pero que siguen existiendo para recordar lo deslumbrarte que era vivir creyéndonos dueños del mundo.

La libertad letal de aquellos días en la que fabricábamos formas de ser y hacer de forma cada vez mas placentera, hace que hoy no sepamos como se lucha por un ideal, e intentemos de formas absurdas lograr lo que ya no esta disponible, al menos para nosotros. Aquí los esfuerzos limites son ilustrar un graffiti en alguna remera, o por toda la casa según el grado de intencionalidad que se tenga, para conseguir insignificantes cosas, que solo es un premio de lo que queda de la sociedad para que no te surja la idea (si es que la hay) de revolución.
Ya no sueñas con metas, no esperas lograr algo, pues la televisión se encuentran tan bien pensada y resulta tan real, que para que esforzarse si la pantalla me satisface.
En un lugar desconocido, el cual las grandes potencias buscan desmedidamente, existe una mínima tribu de los años perdidos, que lucha y pretende salvar lo que queda del mundo mediante esfuerzos diarios, dolorosos y poco valorados. Y el mundo moderno que no se entero que ya no tiene ideología propia, se ríe degradando la verdad.

Bondi al disparate cósmico del mundo sin fin


Bondi al disparate cósmico de las ganas de vivir, sin los payasos tristes. Caminatas muy largas en los desiertos de arena humana, donde me encuentro hace días o solo minutos, ya no lo se.
Despertar de soles radiantes y muy tenebrosos a su vez. Donde amanezco con las organizaciones de la ciudad, la cual en algún punto es muy tierna para conmigo. Y en paralelo el inconciente de la urbe bella me juega una mala pasada, o amortizo el error de aquella vez.
Suspiros prolongados de manera anormal, paciencia ajena bien utilizada y unas ganas locas de un fin. Así se va el día, así, de esa manera, el mundo no para de girar. Y sin preguntarme porque, dejo en cada momento parte de mi esencia esperando el sueño que nadie me supo decir.
Ya no llora, ya no ríe, solo piensa el disparate de pensar. No conoce en realidad las interminables características que lo rodean, solo sabe que es el Bondi que no puede perder…

Cofradía de un Perturbado






Un dolor no sufrido que te ha convencido que eres luchador. Una tormenta muda que sueña a tu lado sin razón. Lugar, donde la cordura desespera por hacerse ver, y no logra derrotar a su opuesto más poderoso.
En este, si. En este maldito lugar respiro una ilusión, lejos de lo carnal compatible. Los buenos se comen a los buenos, y los malos padecen insuficiencia de manjar. Pero la agonía es pasajera porque aprendimos a entretenernos bien.
Sin una figura cualquiera, ni talentos especificados, el mundo vuela al revés. Donde muchos (o yo quizás) no somos lo suficientemente frívolos y dañinos a la hora de querer. Y en un pasillo triste se esconde la verdad absoluta o el desecho más grande del mundo de hoy.
Pero bien, no tendría que ser más que esto. Una transición dinámica, sin espacio y sin razón. Donde los vientos no tienen prisa, donde la melodía se revela y la cofradía sepulto el amor.