el vacio de una ciudad

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ese es tal vez el lugar...

jueves, 8 de abril de 2010

Sinidas (sometidos sometiendo)




Si bien sus movimientos en determinados momentos no conocen de límites, sabe que existen lugares donde no deben moverse, o ni siquiera pisar.
Alguien, un ente cualquiera que tiene sobre ellos poder, dispara monólogos largos y aburridos que nadie desea escuchar, y a nadie le hacen gracia. Pero los Sinidas no cuentan con el derecho de la palabra, como tampoco son libres de la toma de decisiones, mucho menos de irse. Es así que callan archivando su más horrible dolor, teniendo que mantener su espalda erguida hasta el final del libreto.
Pero por alguna razón entupida que no entiendo, los Sinidas solo se encuentran a la espera de alguien inferior. Ellos, quien padecieron minutos y horas interminables escuchando monologar a alguien que disfrutaba de someterlos, ahora estando monologando.
Son ellos quienes ahora exigen, ellos hablan y no paran de hablar. Son los mismos Sinidas que sufrieron, los que ahora están disfrutando de alguien inferior.

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