el vacio de una ciudad

el vacio de una ciudad
ese es tal vez el lugar...

viernes, 30 de julio de 2010

Arcángeles de turnos

Cómo enterarse de eso que tanta angustia nos causa, si apenas podemos saber qué está ocurriendo en este instante perdido, el mismo instante que la mayoría de veces no podemos entender; quizás en un tiempo tal vez…
Al mismo tiempo que secamos nuestra garganta húmeda de tragos no muy deliciosos, debemos retomar la marcha y seguir avanzando en el contraataque de la nueva y repetitiva situación de amor.
Quizás se vallan las vidas para algunos por quedarse sentados en el sillón del descanso eterno no placentero, tal vez se me escape a mí también.
Pero quién puede esta noche asegurarnos que ya no hemos desaparecido en algún otro momento. Pocos apostarían porque yo mañana despierte una vez más, con más fuerza que esta mañana y alejado de las encantadoras risas de mi ángel solitario. Seguramente no desafiarían nuevamente al azar.
Como pasó aquellas tantas veces, como tantas oportunidades perdidas, continuamos zigzagueando en la puerta de la gloria. Entre pasos lentos, pesados y muy notorios ellos pretenden cambiar el destino. El mismo destino que en aquellos tiempos compré casi por siempre...

No hay comentarios:

Publicar un comentario